5:15–19. Aunque Eliseo había aceptado regalos de otras personas (2 Reyes 4:8, 42), sabiamente rechazó el regalo que le ofreció Naamán. No quiso que alguien en Siria pensara que las bendiciones que Dios ofrece se pueden comprar. Naamán era ahora un creyente, pero la gente de Siria no lo era. Eso podría presentar un conflicto. El comandante en jefe tenía la responsabilidad de acompañar al rey a adorar en la casa de su dios Rimón. Aunque Naamán siguiera acompañando al rey Ben-adad al templo pagano,
Page 201